En línea con los más altos estándares internacionales, el área vitícola de Grupo Peñaflor desarrolla una gestión responsable
de los recursos y el cuidado del medioambiente a través de la incorporación de prácticas sustentables en el manejo de los viñedos.
Desde el año 2013, todas las fincas de Grupo Peñaflor se encuentran certificadas por la norma mundial para las Buenas Prácticas Agrícolas (Global Gap)
y por el Programa de Responsabilidad Social y Comercio Justo: Fair for Life, garantizando así todo lo relativo a la inocuidad alimentaria,
los métodos de producción sostenible, el bienestar de los trabajadores, el uso responsable del agua y los materiales de reproducción vegetal.
En consecuencia, puede decirse que la incorporación y desarrollo de prácticas agrícolas sustentables es un proceso continuo y
evolutivo que requiere de un compromiso de largo plazo y a su vez exige a nuestro equipo vitícola el estudio profundo de cada actividad que se desarrolla en los viñedos.
En primer lugar, debe generarse un conocimiento del ambiente de cada uno de los lugares donde la compañía disponen de sus 6.000 hectáreas de tierra (implantadas y/o tierras vírgenes a implantar).
Esto implica la evaluación a nivel regional de diversos indicadores, tales como pendientes, índices geo morfométricos y topográficos, índices de convergencia y aspectos climáticos.
Dichos análisis son seguidos por evaluaciones específicas en el sitio a implantar el viñedo. Esto requiere el uso de técnicas como mapeo de suelo, a través del uso de sondas para medición de conductividades eléctricas,
la realización de calicatas y análisis de dirigidos, analizando variables físicas, químicas y la presencia de plagas. Luego de la interpretación de estos datos, se pueden definir las densidades de plantación, los sistemas de conducción,
y cuáles son los porta injertos y clones más adecuados para ese lugar.
Un viñedo sustentable solo se puede lograr con vides equilibradas naturalmente, sin deficiencias o excesos de crecimiento.
Cuando se alcanza este equilibrio, significa que se dispone de un viñedo que demandará una menor cantidad de recursos y logrará alcanzar una relación directa entre calidad y productividad.
Considerando que el recurso hídrico es uno de los más importantes en la producción vitícola, el manejo del riego que se realiza en nuestras fincas se basa en tres pilares fundamentales:
estrategia, planificación y monitoreo. Nuestro equipo tiene un conocimiento exacto de la necesidad de agua del viñedo en cada etapa del ciclo de la planta. En tal sentido, se definen frecuencias y tiempos óptimos de riego.
A su vez, se fijan restricciones hídricas en momentos clave de la madurez de la planta con el objetivo de maximizar la potencial calidad de las uvas. El monitoreo y seguimiento de las distintas variables es realizado a través de sondas de humedad de suelo,
cámaras de presión y porómetros para la medición del estado hídrico de la planta.
En cuanto al manejo de los suelos, se trata de mantener y estimular la actividad biológica a través del uso de coberturas de vegetación de especies naturales o sembradas,
así como el uso de compost. Cuando las propiedades físicas del suelo son óptimas, el manejo nutricional está basado en una reposición de nutrientes extraídos por cosecha de forma de mantener la fertilidad futura del mismo.
Simultáneamente, se realizan análisis peciolares en floración para detectar cualquier deficiencia y poder corregirla oportunamente.
Es importante mencionar que Grupo Peñaflor ha definido como un objetivo estratégico, la evaluación, selección e introducción de materiales vegetales de alta calidad sanitaria, genética y enológica.
Gracias a la elección de clones, selecciones masales y portainjertos adecuados para cada suelo y clima se podrá plantar cada una de las parcelas con especies de la más alta calidad.
Con una visión de largo plazo, Grupo Peñaflor decidió encarar la creación y el desarrollo de un vivero propio. Asimismo, en 2018 se firmó un convenio por 20 años con el organismo francés ENTAV-INRA,
organismo mundial líder en la selección clonal en vides de vinificar. Este convenio permite al equipo de Ingenieros Agrónomos contar con materiales madres base para crear parcelas propias de pre-multiplicación y bloques de incremento para futuros viñedos.
Asimismo, basados en la necesidad de profundizar y desarrollar el conocimiento del equipo de viticultura, se creó un área de investigación y desarrollo,
que busca determinar el impacto cualitativo en uva y vino de cada actividad que se realiza en los viñedos con el objetivo de definir y adecuar las mejores prácticas para cada meso-clima argentino donde operamos.
Asumimos el compromiso de llevar adelante una gestión que sea amigable con el medio ambiente y cercana hacia las personas.
Promovemos la generación de empleo en cada una de las regiones donde operamos, haciendo foco en la capacitación y el desarrollo de nuevas capacidades de nuestra gente.
Asimismo, ofrecemos el asesoramiento continuo a nuestros productores primarios, eslabón fundamental de nuestra cadena de valor.
Ing. Agr. Marcelo Belmonte, MSc.